:)

miércoles, 3 de agosto de 2011

Cuanto mayor es el tiempo que hemos dejado atrás, más irresistible es la voz que nos incita al regreso. Esta sentencia puede parecer un lugar común, sin embargo, es falsa. El ser humano envejece, el final se acerca, cada instante pasa a ser más apreciado, ya no queda tiempo que perder con recuerdos. Hay que comprender la paradoja matemática de la nostalgia. Esta se manifiesta con más fuerza en la primera juventud, cuando el volumen de la vida es todavía insignificante.

Ramiro tenía la sensación de que todo lo que leía tenía que ver con él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario